EL PRECIO REAL DE LA CARNE: LAS SUBVENCIONES QUE RECIBE LA GANADERÍA

EL PRECIO REAL DE LA CARNE: LAS SUBVENCIONES QUE RECIBE LA GANADERÍA

Pensemos en esto: una vaca es alimentada con pienso a base de soja. Esta vaca necesita unos 6 kilos al día, y es sacrificada a los 12 meses. Eso son 4.380 días de vida, 26.280 kilos de soja. ¿Cuántos filetes de soja se podrían producir con 26.280 kilos? Entonces, ¿cómo es posible que el precio de la carne vegetal sea más alto en el mercado que el precio de la carne animal? La respuesta es: por las subvenciones que recibe la ganadería. 

Las subvenciones permiten al sector cárnico establecer en el mercado unos precios reducidos, a pesar del coste elevado de su producción. ¿Y cuánto dinero reciben? Pues no se puede saber con exactitud, porque son muchas partidas diferentes, pero, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, alrededor de 800 millones de euros. 

 

¿POR QUÉ NECESITA SUBVENCIONES EL SECTOR GANADERO?

Sin embargo, y a pesar de todas esas subvenciones, el sector ganadero está constantemente quejándose de la precariedad de sus beneficios. Y probablemente sea cierto, ya que nos podemos hacer una idea de lo que cuesta mantener a todos esos animales. La pregunta es por qué. ¿Qué motivos hay para seguir manteniendo el precio de la carne animal tan bajo, cuando esto implica que el negocio necesite constantes inyecciones de dinero público? ¿Qué motivos hay para querer mantener un negocio que ha demostrado que por sí solo no es capaz de ser rentable? Pues porque la gente se ha acostumbrado a esos precios. Y, si los suben, no va a aceptarlo. 

La mayoría de la población considera la carne animal un básico en la alimentación y todavía piensa que es algo necesario para sobrevivir y conservar su salud. La mayoría de personas comen carne en cada una de sus comidas y, si eliminan las subvenciones y suben el precio de la carne, bajará la demanda y aumentarán las quejas. 

Esta situación del mercado cárnico lleva siendo insostenible mucho tiempo, y parece que ningún gobierno se atreve a buscar una solución más allá de pagar el problema con el dinero de nuestros impuestos. Reducir o eliminar la carne animal de las dietas de la población no es algo que estén dispuestos a hacer. Todo lo contrario. Siguen dando subvenciones a la ganadería tanto para su producción como para su comercialización.

 

CUENTA ATRÁS PARA EL AUGE DE LAS ALTERNATIVAS VEGETALES

Con el auge de las alternativas vegetales que estamos viviendo, este es el momento perfecto para potenciar la reducción de consumo de carne animal. Y en lugar de aprovecharlo y apoyar estas alternativas lo que hacen es invertir (con dinero público, no nos olvidemos) en publicidad para hacer campañas en contra de las alternativas vegetales, en poner trabas económicas y legales a su comercialización, y en inundar los medios de comunicación de mensajes en contra de la alimentación vegetal.

¿Qué podemos hacer les veganes al respecto? Tarde o temprano, por motivos económicos, esta situación cambiará. El precio de la carne animal subirá y su demanda bajará. Mientras tanto nosotres lo que podemos hacer es seguir apoyando a las empresas y marcas veganas con nuestro consumo. Impidiendo que desaparezcan del mercado, por mucho que intenten eliminarlas. Para que, cuando la carne vegetal sea una alternativa real para todo el mundo, la población pueda disponer de ella fácilmente, empezando así un consumo más sostenible y beneficioso para el planeta y los individuos que él habitamos (humanos o no humanos).