Todos hemos oído hablar en mayor o menor medida sobre el decrecimiento sostenible. Este debate, abierto desde hace casi un siglo, está cobrando cada vez más importancia. Ya tener un negocio sostenible parece ser la única manera viable de producir y consumir con éxito en un futuro.
NUEVO MODELO DE CONSUMO
La Teoría del Decrecimiento estipula que, con la disminución regular y controlada tanto de la producción como del consumo, se plantan las bases de un nuevo modelo de negocio sostenible en el futuro basado en el equilibrio entre seres humanos y naturaleza. Así dicho parece muy fácil pero llegar a conseguir este objetivo es algo muy difícil, ya que depende de muchas partes implicadas.
Como hemos podido observar en los diferentes medios durante estas últimas décadas, parece ser que ninguno de los actores principales del capitalismo salvaje, tales como los líderes gubernamentales y ejecutivos del sector privado, tendrían interés en considerar una política de no crecimiento. La instauración de este modelo de consumo implica cambios a nivel estructural para empresas y países, así como cambios de comportamiento y mentalidad del actor final del consumismo: nosotros.
RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL VS. RESPONSABILIDAD COLECTIVA
Sabemos la injusticia que supone que los líderes capaces de crear este cambio jueguen con la baza de reducir el cambio a la responsabilidad individual. Sin embargo también sabemos que nosotros ya somos capaces de generar una diferencia y fomentar el cambio a través de nuestro negocio sostenible. Nos educaron en un modelo único de consumo que, con el tiempo y con la información a nuestra disposición, hemos sabido que no solo no era la única opción viable, sino que también es la más injusta.
El cambio pasa por dejar de aceptar lo impuesto como verdadero y empezar a pensar desde otra perspectiva. Una perspectiva que suponga un nuevo paradigma de justicia social y medioambiental. No es posible un crecimiento ilimitado en un planeta limitado, es un hecho. Por ello, el único camino posible hacia un futuro sostenible pasa por ajustar la producción y el consumo hacia lo necesario, tanto como consumidores finales como emprendedores de nuestro negocio.
Desaprender a consumir y re educarnos a nosotros mismos a vivir con menos puede parecer una tarea difícil de realizar en sociedad pero nosotros sabemos que los cambios son posibles. A veces lentos y costosos, pero posibles. Y la mejor forma de hacer esto es demostrando que funciona.
Como consumidores/as sabemos los beneficios que supondría este modelo de negocio, pero como emprendedores/as cambiar la mentalidad hacia un consumo responsable también nos ofrece varias ventajas:
- Reducción de costes: al ajustar la producción generamos menos residuos y precisamos de menos materia prima, por tanto nuestro negocio se vuelve más eficiente.
- Un paso por delante: nos preparamos para las exigencias legales medioambientales que vendrán en un futuro próximo.
- Beneficio en el residuo: transformar los desperdicios en residuos reutilizables genera una ventaja económica. Tanto si somos nosotros mismos los que los aprovechamos como si los vendemos como materia prima a otra empresa.
- Responsabilidad Social Corporativa: ganamos imagen de marca posicionándonos como una empresa responsable, ética y justa.
LAS 8 R’S
Desde que somos pequeños nos han intentado concienciar respecto al reciclaje y todos recordamos las campañas que nos motivaban a hacerlo. Las famosas 3 R’s que, con el tiempo, se convirtieron en algunas más. Distintas entidades, organizaciones y autores tienen diferentes puntos de vista respecto a cuántas R’s son las necesarias. Desde La Zorra hemos destacado siete y hemos añadido una octava:
- Reflexionar sobre la situación del planeta para poder elegir. Pensar y analizar en si necesitamos o no los productos que consumimos para tener la opción de no usarlos o buscar, en caso de que sean productos necesarios, una alternativa sostenible.
- Rechazar aquellos productos que generen impacto ambiental, tóxico o no reciclables o biodegradables.
- Reducir el consumo en general o empezar a consumir con conciencia a largo plazo. Reduciendo el consumo se reduce el desperdicio y la energía necesaria para el propio reciclaje.
- Reutilizar los productos lo máximo posible. Intentando aprovechar al máximo la vida útil de aquello que consumimos y escogiendo en un principio comprar bienes que puedan ser reutilizables.
- Reciclar en nuestros hogares y lugares de trabajo los residuos para que se puedan aprovechar.
- Redistribuir a nivel global el consumo de productos de forma que afecte ayude tanto a la reducción de la contaminación (por ejemplo comprando productos de km 0 o de temporada) como a la reducción de la brecha económica entre países.
- Reclamar tanto como consumidores/as finales como pequeños/as productores/as a las entidades y gobiernos más responsabilidad. Más ayudas, infraestructuras y coherencia para facilitar la transición hacia un modelo de consumo justo, ecológico y sostenible.
- Reeducar a la población y, sobre todo, a las nuevas generaciones en que el modelo de consumo basado en el decrecimiento sostenible es la única solución posible para un desarrollo a largo plazo.
LA SOLUCIÓN PASA POR LA EDUCACIÓN
Como casi todos los conflictos sociales, políticos y medioambientales, la solución a este tipo de problemas pasa por instruir e informar desde los hogares, las escuelas y los medios. Es necesario educar a la sociedad en los valores necesarios para hacer del mundo un lugar mejor y más habitable y cómodo para todos los seres que viven en él. El decrecimiento sostenible empieza por desaprender un modo de vida equivocado, incompatible con el planeta y adoptar una actitud coherente con un sistema de valores basado en el respeto por el organismo vivo que es la Tierra. Ser conscientes que formamos parte de él, queriendo así, sintiéndolo como algo nuestro, preservarlo y cuidarlo.
Como consumidores/as vemos la influencia que tiene sobre nosotros el marketing y la publicidad, y somos capaces de apreciar la huella que han dejado en nuestra educación. Pero también nosotros, esta vez como emprendedores/as de un negocio, tenemos la capacidad y la responsabilidad de influir y educar al consumidor.
Entonces, ¿es posible tener un negocio sostenible y de éxito? La respuesta es sí. Y no sólo es que sea posible, si no que la sostenibilidad como parte de la responsabilidad social de una marca o un negocio es algo que cada vez el público valora más y adoptar este modelo de negocio sostenible es apostar por la opción ganadora.
ALGUNOS CONCEPTOS CLAVE PARA ENTENDER MEJOR EL DECRECIMIENTO SOSTENIBLE
- Economía circular: se trata de un sistema económico y de consumo social que busca simultáneamente la producción de bienes y servicios y la reducción del consumo y desperdicio de materias primas y fuentes de energía.
- Ecología política: es el estudio de la relación entre factores políticos, económicos y sociales y los conflictos medioambientales.
- Justicia medioambiental: este concepto afecta a los derechos y obligaciones que tenemos los seres humanos sobre la naturaleza considerándola como un bien común.