por admin | May 3, 2022 | Actualidad, Veganismo
La concepción de la persona vegana ha cambiado. Décadas atrás, en el imaginario colectivo se construyó una imagen del vegano como pardillo antisocial. Esto ocurrió en gran parte debido a la representación que se hacía de nosotros en los medios, que se esforzaron en mostrarnos como algo residual y cómico. Y no sólo cómico, sino metido también en un paquete social que englobaba a personajes veganos y vegetarianos, ecologistas, feministas, amantes de la pseudociencia y toda aquella gente que no entra dentro de la norma general. Vamos a analizar la evolución del estereotipo vegano en los medios audiovisuales.
Lo absurdo que se percibía hasta hace bien poco el hecho de no comer carne obligaba a que, cuando un personaje vegano o vegetariano aparecía en los medios, lo hiciera solo en un contexto en el que quedaba ridiculizado. Sí que es cierto, y aquí hay que romper una lanza por la comedia en general, que en las películas y series cómicas queda ridiculizado prácticamente todo, reduciendo al absurdo situaciones que no tienen por qué ser cómicas en un principio. Sin embargo, lo que queremos remarcar es el hecho de que personas veganas o vegetarianas salían únicamente como recurso humorístico en momentos específicos. Tenemos claros ejemplos de este hecho y podemos observar la evolución que estos personajes han ido teniendo partiendo del pardillo y llegando hasta el justiciero:
AÑOS 60 Y 70
El concepto de no violencia y la predicación del amor libre que se sentía en estas décadas popularizó la imagen del hippie tradicional. Podríamos decir que este personaje es el origen de todo, el que engloba el comportamiento fuera de la norma, amado por unos y odiado por la mayoría. Más tarde veremos cómo este precursor se dividirá, perfilando este rol hasta dividirlo en varios, cada uno con sus propios matices.
AÑOS 80 Y 90
En esta época el hippie mantiene su imagen principal intacta, pero de ella surge otro tipo de rol: el ecologista. El ecologista vive en sociedad y se caracteriza por un activismo a favor del medio ambiente y un intento de concienciación social. Se le percibe y plasma como un pesado y un hipócrita, un personaje que parece vivir sólo para increpar al resto de la sociedad por sus malas acciones. Así este estereotipo se empieza a relacionar con vegetarianos/as, empollones, feministas, etc.
AÑOS 00 Y 10
Aquí ya se empieza a normalizar respetar otros estilos de vida y consumo. Aunque, sí que es cierto que los personajes veganos y vegetarianos seguían relegados a vivir un poco al margen de la sociedad, con el tiempo y el aumento de veggies empezó a subir la oferta de este tipo de productos. Esto propició que el adoptar una forma de vida alternativa no supusiera un aislamiento obligado, aunque todavía se seguía plasmando como una mofa, como una decisión equivocada y que tarde o temprano tendría que ser rectificada.
Algunos ejemplos de personajes vegetarianos/veganos en el cine y la televisión:
- Lisa Simpson (Los Simpson)
- Amigos empollones de Malcolm (Malcolm el de enmedio)
- Phoebe (Friends)
- Brita (Community)
- Angela (The Office)
- Magneto (X Men)
- La niña de Jurassic Park
AÑOS 20
El personaje veggie ya no es el “pardillo” ecologista y feminista porque la sociedad al completo empieza a tomarse en serio las cuestiones importantes que todos estos grupos apoyan: ecologismo, feminismo, animalismo… Más acceso a la información, más estudios y más educación han ayudado a que lo importante de un personaje vegano que aparece en una serie o película no sea definido única y exclusivamente por esta característica. Incluso, la normalización de esta forma de consumir y su concepción como una persona preocupada por los demás y su entorno, el hecho de que un personaje sea veggie ya no es cómico, sino justiciero. Esta característica añadida a un personaje principal o secundario hace que sea percibido, sencillamente, como una buena persona.
AÑOS 30 Y 40: LA REPRESENTACIÓN FUTURA DEL PERSONAJE VEGANO
No habrá un personaje vegano. De hecho, los/as veganos/as serán un porcentaje tan alto de la población que ni siquiera será necesario especificar este dato. Sería ridículo intentar asociar a la comedia u otro género cinematográfico una cualidad tan extendida: no resultará ni gracioso, ni dramático, ni produciría terror, etc. Quizá entonces a quien se represente despectivamente sea al personaje que sigue comiendo animales, de manera que el malo de la película ya no será el que lleve un sombrero negro sino un bocadillo de jamón.
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por admin | Abr 10, 2022 | Formación, Sostenibilidad, Veganismo
Todos hemos oído hablar en mayor o menor medida sobre el decrecimiento sostenible. Este debate, abierto desde hace casi un siglo, está cobrando cada vez más importancia. Ya tener un negocio sostenible parece ser la única manera viable de producir y consumir con éxito en un futuro.
NUEVO MODELO DE CONSUMO
La Teoría del Decrecimiento estipula que, con la disminución regular y controlada tanto de la producción como del consumo, se plantan las bases de un nuevo modelo de negocio sostenible en el futuro basado en el equilibrio entre seres humanos y naturaleza. Así dicho parece muy fácil pero llegar a conseguir este objetivo es algo muy difícil, ya que depende de muchas partes implicadas.
Como hemos podido observar en los diferentes medios durante estas últimas décadas, parece ser que ninguno de los actores principales del capitalismo salvaje, tales como los líderes gubernamentales y ejecutivos del sector privado, tendrían interés en considerar una política de no crecimiento. La instauración de este modelo de consumo implica cambios a nivel estructural para empresas y países, así como cambios de comportamiento y mentalidad del actor final del consumismo: nosotros.
RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL VS. RESPONSABILIDAD COLECTIVA
Sabemos la injusticia que supone que los líderes capaces de crear este cambio jueguen con la baza de reducir el cambio a la responsabilidad individual. Sin embargo también sabemos que nosotros ya somos capaces de generar una diferencia y fomentar el cambio a través de nuestro negocio sostenible. Nos educaron en un modelo único de consumo que, con el tiempo y con la información a nuestra disposición, hemos sabido que no solo no era la única opción viable, sino que también es la más injusta.
El cambio pasa por dejar de aceptar lo impuesto como verdadero y empezar a pensar desde otra perspectiva. Una perspectiva que suponga un nuevo paradigma de justicia social y medioambiental. No es posible un crecimiento ilimitado en un planeta limitado, es un hecho. Por ello, el único camino posible hacia un futuro sostenible pasa por ajustar la producción y el consumo hacia lo necesario, tanto como consumidores finales como emprendedores de nuestro negocio.
Desaprender a consumir y re educarnos a nosotros mismos a vivir con menos puede parecer una tarea difícil de realizar en sociedad pero nosotros sabemos que los cambios son posibles. A veces lentos y costosos, pero posibles. Y la mejor forma de hacer esto es demostrando que funciona.
Como consumidores/as sabemos los beneficios que supondría este modelo de negocio, pero como emprendedores/as cambiar la mentalidad hacia un consumo responsable también nos ofrece varias ventajas:
- Reducción de costes: al ajustar la producción generamos menos residuos y precisamos de menos materia prima, por tanto nuestro negocio se vuelve más eficiente.
- Un paso por delante: nos preparamos para las exigencias legales medioambientales que vendrán en un futuro próximo.
- Beneficio en el residuo: transformar los desperdicios en residuos reutilizables genera una ventaja económica. Tanto si somos nosotros mismos los que los aprovechamos como si los vendemos como materia prima a otra empresa.
- Responsabilidad Social Corporativa: ganamos imagen de marca posicionándonos como una empresa responsable, ética y justa.
LAS 8 R’S
Desde que somos pequeños nos han intentado concienciar respecto al reciclaje y todos recordamos las campañas que nos motivaban a hacerlo. Las famosas 3 R’s que, con el tiempo, se convirtieron en algunas más. Distintas entidades, organizaciones y autores tienen diferentes puntos de vista respecto a cuántas R’s son las necesarias. Desde La Zorra hemos destacado siete y hemos añadido una octava:
- Reflexionar sobre la situación del planeta para poder elegir. Pensar y analizar en si necesitamos o no los productos que consumimos para tener la opción de no usarlos o buscar, en caso de que sean productos necesarios, una alternativa sostenible.
- Rechazar aquellos productos que generen impacto ambiental, tóxico o no reciclables o biodegradables.
- Reducir el consumo en general o empezar a consumir con conciencia a largo plazo. Reduciendo el consumo se reduce el desperdicio y la energía necesaria para el propio reciclaje.
- Reutilizar los productos lo máximo posible. Intentando aprovechar al máximo la vida útil de aquello que consumimos y escogiendo en un principio comprar bienes que puedan ser reutilizables.
- Reciclar en nuestros hogares y lugares de trabajo los residuos para que se puedan aprovechar.
- Redistribuir a nivel global el consumo de productos de forma que afecte ayude tanto a la reducción de la contaminación (por ejemplo comprando productos de km 0 o de temporada) como a la reducción de la brecha económica entre países.
- Reclamar tanto como consumidores/as finales como pequeños/as productores/as a las entidades y gobiernos más responsabilidad. Más ayudas, infraestructuras y coherencia para facilitar la transición hacia un modelo de consumo justo, ecológico y sostenible.
- Reeducar a la población y, sobre todo, a las nuevas generaciones en que el modelo de consumo basado en el decrecimiento sostenible es la única solución posible para un desarrollo a largo plazo.
LA SOLUCIÓN PASA POR LA EDUCACIÓN
Como casi todos los conflictos sociales, políticos y medioambientales, la solución a este tipo de problemas pasa por instruir e informar desde los hogares, las escuelas y los medios. Es necesario educar a la sociedad en los valores necesarios para hacer del mundo un lugar mejor y más habitable y cómodo para todos los seres que viven en él. El decrecimiento sostenible empieza por desaprender un modo de vida equivocado, incompatible con el planeta y adoptar una actitud coherente con un sistema de valores basado en el respeto por el organismo vivo que es la Tierra. Ser conscientes que formamos parte de él, queriendo así, sintiéndolo como algo nuestro, preservarlo y cuidarlo.
Como consumidores/as vemos la influencia que tiene sobre nosotros el marketing y la publicidad, y somos capaces de apreciar la huella que han dejado en nuestra educación. Pero también nosotros, esta vez como emprendedores/as de un negocio, tenemos la capacidad y la responsabilidad de influir y educar al consumidor.
Entonces, ¿es posible tener un negocio sostenible y de éxito? La respuesta es sí. Y no sólo es que sea posible, si no que la sostenibilidad como parte de la responsabilidad social de una marca o un negocio es algo que cada vez el público valora más y adoptar este modelo de negocio sostenible es apostar por la opción ganadora.
ALGUNOS CONCEPTOS CLAVE PARA ENTENDER MEJOR EL DECRECIMIENTO SOSTENIBLE
- Economía circular: se trata de un sistema económico y de consumo social que busca simultáneamente la producción de bienes y servicios y la reducción del consumo y desperdicio de materias primas y fuentes de energía.
- Ecología política: es el estudio de la relación entre factores políticos, económicos y sociales y los conflictos medioambientales.
- Justicia medioambiental: este concepto afecta a los derechos y obligaciones que tenemos los seres humanos sobre la naturaleza considerándola como un bien común.
por admin | Abr 9, 2022 | Formación, Marketing, Sostenibilidad, Veganismo
En otras entradas ya hemos hablado de decrecimiento sostenible como único camino hacia un equilibrio entre lo que producimos y lo que consumimos, cambio que necesitamos para acabar con la mirada cortoplacista que tiene el modelo de producción actual. Esta vez vamos a abordar el tema de la economía circular, término estrechamente ligado a ese modelo de consumo.
¿QUÉ ES LA ECONOMÍA CIRCULAR?
Entendemos economía circular como un modelo de producción y consumo basado en la circularidad del proceso de producción y consumo de la propia naturaleza, dónde todo lo que produce sirve a su vez para retroalimentar una nueva producción. Es decir, compartir, adquirir, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales ya existentes y alargar su vida útil el mayor tiempo posible. Cerrando así el ciclo de vida de los productos y entendiéndolo como un metabolismo del sistema que genera el mínimo desperdicio posible, tal y como hace el cuerpo humano o la naturaleza en sí misma.
METABOLISMO ECONÓMICO CIRCULAR
En contraposición al modelo lineal y anticuado de producción que consiste en extraer-producir-desperdiciar, que aumenta la problemática que tenemos de escasez de recursos, fluctuación de precios, pérdida de biodiversidad y degradación de ecosistemas, encontramos el concepto de metabolismo económico circular.
Cuando hablamos de metabolismo económico circular tenemos que diferenciar dos tipos de ciclo: el biológico y el técnico. El ciclo biológico es el proceso natural de reincorporación a la naturaleza de los recursos biodegradables, tal y como lo haría la propia naturaleza sin necesidad de la intervención humana. El ciclo técnico es el proceso de recuperación, restauración y reciclaje de los productos y requiere de la intervención humana.
De este modo, entendiendo el planeta como un sistema vivo que se retroalimenta y se autogestiona, nos damos cuenta que no se puede cuestionar que el futuro son las energías renovables. Transicionar hacia una economía circular no se limita a ajustar el impacto del ser humano en el planeta sino que se trata de hacer un cambio estructural sistemático. Dar un paso atrás y fijarnos en los sistemas antiguos, como en las sociedades de la Edad de Bronce, cuando realmente nace este modelo.
INICIOS TEÓRICOS DE LA ECONOMÍA CIRCULAR
Aunque suene a algo relativamente moderno, este término nace en los años 70, cuando se empezó a ver que el modelo de producción lineal, que entendía las materias primas como infinitas, no era sostenible a largo plazo. Sin embargo, hay que remontarse varios siglos antes ya que esta forma de consumo es la que el ser humano ha tenido casi siempre. El esfuerzo principal que suponía la extracción de materias primas y la elaboración de herramientas y productos obligaba a aumentar su vida útil y a reutilizarlos después.
Entonces, si las anteriores civilizaciones podían tener este funcionamiento, ¿por qué nos cuesta tanto ahora? Antiguamente no se tenía conciencia de sostenibilidad ni de medio ambiente, simplemente funcionaban por la practicidad y la necesidad. Actualmente esa practicidad y esa necesidad se traduce en la facilidad de adquirir un producto nuevo, incluso desde casa, sin moverse del sofá. Entonces, descartando la facilidad, para volver a este sistema de consumo lo que necesitamos es concienciación.
Nos damos cuenta así que fijarnos en el pasado es la única alternativa viable para conseguir un equilibrio en el presente que nos ayude a preservar el futuro.
¿PUEDE UN NEGOCIO BASARSE EN LA ECONOMÍA CIRCULAR Y SER RENTABLE?
La teoría está muy bien pero, ¿es posible construir un negocio basado en este modelo y que resulte rentable? Lo cierto es que sí, incluso, al ser algo que pronto será demandado por el consumidor, adoptar esta forma de producción y consumo nos daría una serie de beneficios sociales y empresariales.
Beneficios sociales:
- Preservación del entorno y la biodiversidad.
- Estrechamiento de la brecha económica entre países ricos y pobres.
- Creación de nuevos puestos de trabajo.
- Recuperación de antiguos oficios en el mercado de la reparación y la utilización.
- Asegurar la supervivencia de nuestra propia especie.
Beneficios empresariales:
- Reducción de costes: al ajustar la producción generamos menos residuos y precisamos de menos materia prima, por tanto nuestro negocio se vuelve más eficiente.
- Un paso por delante: nos preparamos para las exigencias legales medioambientales que vendrán en un futuro próximo.
- Beneficio en el residuo: transformar los desperdicios en residuos reutilizables genera una ventaja económica; tanto si somos nosotros mismos los que los aprovechamos como si los vendemos como materia prima a otra empresa.
- Responsabilidad Social Corporativa: ganamos imagen de marca posicionándonos como una empresa responsable, ética y justa.
¿CÓMO PUEDO FOMENTAR LA ECONOMÍA CIRCULAR EN MI NEGOCIO?
Nosotros como emprendedores podemos ayudar a fomentar este modelo de consumo y producción con una serie de acciones:
- Utilizar un packaging ajustado al producto y de materiales reciclados y reciclables
- Elegir materias primas ecológicas y sostenibles
- Ofrecer servicios de reparación del producto
- Utilizar proveedores de proximidad y transporte verde
- Planificar cada detalle de la cadena de producción para ajustar la energía necesaria
- Ofrecer al cliente un servicio de recogida de residuos
Más información en: economiacircular.org
ALGUNOS CONCEPTOS CLAVE:
- Decrecimiento sostenible: disminución regular y controlada tanto de la producción como del consumo para conseguir un futuro basado en el equilibrio entre seres humanos y naturaleza.
- Ecología política: es el estudio de la relación entre factores políticos, económicos y sociales y los conflictos medioambientales.
- Justicia medioambiental: este concepto afecta a los derechos y obligaciones que tenemos los seres humanos sobre la naturaleza considerándola como un bien común.