QUÉ ES EL ESPECISMO, POR QUÉ EXISTE Y CÓMO COMBATIRLO

QUÉ ES EL ESPECISMO, POR QUÉ EXISTE Y CÓMO COMBATIRLO

¿Alguna vez le habéis dicho a alguien “eres especista” y se ha ofendido? Probablemente sí. Y es que la propia palabra suena fatal. Como si le hubieras llamado racista o sexista. En general suena a insulto, como si le estuvieras llamando mala persona. Pero, ¿sabe la gente realmente qué es el especismo?

Según la RAE el especismo es la “discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores” o “creencia según la cual el ser humano es superior al resto de los animales, y por ello puede utilizarlos en beneficio propio.” Entonces, cualquier persona que se coma o use para su propio beneficio a un animal, está considerando a unas especies inferiores a otras y es, por tanto, especista.

 

¿QUÉ ES EL ESPECISMO?

El especismo es una forma de discriminación que se basa en la creencia que unas especies animales son mejores que otras y merecen más derechos. Y que, por tanto, es justo que el ser humano utilice a dichas especies como herramientas a su disposición.

Basan esta creencia en que la mayoría de animales, dicen, no cumplen ciertas características para ser considerados algo más que objetos. Como la capacidad de sentir emociones, el raciocinio o el lenguaje. Pero, además de que eso no es cierto, es el propio ser humano el que ha querido darle valor a esas capacidades y no a otras. Trazando así una línea divisoria que separa al resto de especies animales, estando el ser humano por encima de esa línea y otorgándose a sí mismo el derecho a hacer con ellas lo que quiera. 

 

¿POR QUÉ EXISTE?

El especismo nace en el momento en el que el ser humano es consciente de que tiene poder sobre otras especies animales y que puede ejercer ese poder para sobrevivir más fácilmente. Pero cuando sobrevivir ya no es complicado y lo que se busca es vivir más cómodamente, que el especismo siga existiendo no está justificado. Esta situación se da por ignorancia, ignorancia generalmente potenciada por intereses de terceros, con la que nos adoctrinan desde que nacemos y que nos hace creer que no pasa nada, “solo son animales”, como si nosotres no lo fuéramos.

En general se pretende dotar a la mayoría de animales de una falta de sensibilidad para que se perciban como incapaces de tener intereses propios. Y esta mentira, cuando el conocimiento sobre otras especies era más limitado, resultaba creíble. Pero ahora, con toda la información de la que se dispone, se sabe de sobra que no es así.

Una vaca, un cerdo, un león, una hormiga, un atún, una paloma, etc. tienen intereses propios. Y no solo eso, sino que son los mismos que cualquier individuo tiene: vivir. Quieren acercarse a lo que es bueno y alejarse de lo que es malo. Sienten dolor y placer y sienten alegría y miedo. Tienen lenguajes propios y tienen sus propias capacidades que no son ni mejores ni peores solo porque se asemejen más o menos a las nuestras.

Que hoy en día siga existiendo el especismo y que este sea algo tan aceptado de forma general solo es el reflejo de una sociedad todavía por evolucionar, que permanece ignorante o anclada en unas creencias falsas por pura comodidad y que todavía le queda mucho por aprender.

 

¿CÓMO LUCHAMOS CONTRA EL ESPECISMO?

Para luchar contra nuestro propio especismo, lo más importante es hacer un ejercicio de introspección para desaprender las creencias falsas o sesgadas que tenemos sobre el resto de animales y tener claro que ningún animal es mejor que otro solo porque seamos capaces de empatizar más o menos con él. Y que todos y cada uno de forma individual valoran su vida y tienen sus propios intereses.

Entender también que la situación de poder que tiene el ser humano en este planeta no es justificación para ejercer dicho poder de forma violenta, injusta y cruel. El verdadero poder es la capacidad de tomar una decisión justa y correcta sobre respetar la vida del resto de animales que existen. 

Para luchar contra el especismo de otros la clave es informar y reeducar. Visibilizar el problema y las injusticias que viven el resto de especies, tener conversaciones incómodas, recomendar estudios, documentales, etc. Mantener el tema candente y de actualidad. No nos podemos olvidar que somos el altavoz de los que no se pueden hacer oír y que si nos callamos nunca conseguiremos que se trate a todos los animales de la forma en que se merecen.

¿POR QUÉ UN PERRO NO ES UNA MASCOTA?

¿POR QUÉ UN PERRO NO ES UNA MASCOTA?

Una de las dudas que nos asaltan cuando tomamos la decisión de abrazar el veganismo es si el hecho de tener un animal en casa resulta un acto de amor a los animales o de amor a uno mismo. No hay ni que decir que los animales de los que cuidamos en nuestras casas nunca deben ser comprados y en esto estaremos todas de acuerdo. Pero, ¿por qué un perro no es una mascota?

 

Para empezar, ¿qué es una mascota?

Una mascota es un animal de compañía, un animal que tenemos en casa “siempre que su tenencia no tenga como destino su consumo o el aprovechamiento de sus producciones, o no se lleve a cabo, en general, con fines comerciales o lucrativos.”

Es posible que se confunda el hecho de tener un animal con el hecho de “poseer” a un animal. Sin embargo es una circunstancia del lenguaje. También se “tienen” hijos pero no los poseemos. El verbo “tener” en este caso hace referencia a que la responsabilidad sobre ese animal es nuestra, no a que sea algo de nuestra propiedad, como un mueble, sino que es parte de nuestra familia, como un hijo.

Se da el hecho de que los animales adoptados más comunes, como son los perros y los gatos, son animales modificados genéticamente con el paso del tiempo, lo que significa que, si bien ese animal hace miles de años podría sobrevivir en la naturaleza sin la intervención de un humano, hoy en día esto sería más difícil.

 

Adoptar a un animal = rescatar y cuidar a un animal

La mayoría de los animales que hay actualmente en los hogares de todo el mundo no podrían sobrevivir fuera ya que no habría espacio ni alimentos para todos. Por tanto adoptar a un animal para ayudarlo y mejorar su calidad de vida va acorde con la filosofía vegana, porque no adoptamos una mascota, rescatamos a un animal y se convierte en un miembro más de la familia. Sin ningún fin más allá de amarle y protegerle.

Y por eso un perro no es una mascota. No se tienen mascotas, se adoptan animales para rescatarlos de una muerte casi segura. No se tiene un perro o un gato por el beneficio egoísta de disfrutar su compañía o como capricho, se adopta para darle una buena vida, aunque eso suponga un esfuerzo para uno mismo. Se adopta cuando se está preparado para aceptar la responsabilidad de cuidar de ese animal y darle todo lo que necesita. Se adopta un perro para salvarlo, darle cariño y mejorar su calidad de vida, no por “quiero un perro porque me gustan los perros y me falta este complemento” o porque “voy a vestirlo como a mi Barbie”.

 

No, no son mascotas

¿Por qué un perro no es una mascota? Porque no decimos MASCOTA. Esa palabra solo hace referencia a un lado de la unión animal-ser humano, dejando los intereses y derechos del animal fuera de la definición. Porque una mascota tiene que ser bonita, una mascota no debe suponer muchos gastos ni esfuerzos, una mascota debe estar quietecita y portarse “bien”. Y no, eso no es un animal, es un objeto decorativo o un juguete.

Si conseguimos que la sociedad deje de ver a los animales como mascotas quizá consigamos que empiecen a tratarlos con respeto y a preocuparse por su bienestar, esterilizarlos, no comprarlos como meros objetos y no dejarlos en la calle cuando se cansen de ellos.

PERSONAL VOLUNTARIO COMO EMBAJADOR DE SANTUARIOS, ASOCIACIONES, PROTECTORAS, ETC.

PERSONAL VOLUNTARIO COMO EMBAJADOR DE SANTUARIOS, ASOCIACIONES, PROTECTORAS, ETC.

Como ya hablamos en el post sobre embajadores/as de marca, las personas más adecuadas que puede haber es el propio personal de las empresas. En el caso de los santuarios, asociaciones, protectoras, etc., estaríamos hablando de personal voluntario y, que este se convierta en embajadores/as, pasa a ser imprescindible. ¿Cómo puede ser el personal voluntario embajador de marca?

Para que quieran participar activamente en la promoción de su propia empresa o asociación/organización/fundación es necesario que esté muy vinculado/a a esta emocionalmente. Y esto en el caso de las asociaciones sin ánimo de lucro (animalistas o sociales) es especialmente fácil, pues los/las voluntarios/as que han decidido participar en su actividad sin recibir nada a cambio, sienten, lógicamente, una gran vinculación con la causa.

El objetivo de este tipo de organizaciones es conseguir donaciones solidarias para poder seguir ayudando a los animales o a las personas que se benefician de su trabajo, y para ello los/las voluntarios/as pueden jugar un papel decisivo en las redes sociales y en su entorno. Por este motivo, siempre será buena idea dar una pequeña formación periódica a los/las nuevos/as voluntarios/as que colaboren en el santuario o la asociación y así animarles a ser sus embajadores/as y, al mismo tiempo, ofrecerles las herramientas para que lo hagan de manera efectiva.

Vamos a ver los pasos básicos que deberá incluir dicha formación y, en caso de necesitar ayuda para hacerlo, desde La Zorra siempre estamos dispuestas a ayudar desinteresadamente a las asociaciones veganas sin ánimo de lucro, aportando nuestro conocimiento y experiencia en el marketing ético.

 

¿CÓMO PUEDE EL PERSONAL VOLUNTARIO SER EMBAJADOR/A DE LA ASOCIACIÓN EN LA QUE COLABORA?

 

Siguiendo a la asociación en redes sociales

De esta manera no solo se mantendrá al día en todas las novedades que se den en la asociación, sinó que podrá compartir el contenido y ayudará a informar al resto de seguidores cuando surjan dudas.

 

Dando una imagen adecuada

Obviamente cada persona es libre de compartir en sus redes sociales el contenido que desee (dentro de la legalidad y las normas de cada RS), sin embargo, el voluntariado desea ser embajador/a de la asociación con la que colabora, deberá dar un mínimo de buena imagen. Por un lado, teniendo un perfil adecuado (con foto, donde no comparta publicaciones poco éticas, etc.) y, por otro, procurando no utilizar palabras malsonantes ni enzarzarse en discusiones de manera agresiva o poco ética, muy especialmente cuando sea en publicaciones de la propia asociación.

 

Interactuando con las publicaciones

Para dar visibilidad a la asociación y conseguir nuevas donaciones para sus causas, un embajador/a deberá interactuar regularmente con las publicaciones en redes sociales del santuario, asociación o protectora: dando like, dejando comentarios de ánimo y compartiendo en su propio perfil las publicaciones.

 

Creando una comunidad de seguidores

Para una asociación sin ánimo de lucro siempre puede ser una buena idea crear una comunidad de seguidores que tengan un espacio privado donde interactuar de temas internos de la asociación y donde los/las embajadores de marca puedan ayudar a resolver dudas. Una buena herramienta para esto son los grupos privados de Facebook, donde se pueden compartir publicaciones de la página de la asociación pero también otras como facturas o las cuentas para ofrecer transparencia a los/las socios/as y donantes puntuales. 

 

Aportando ideas para ganar dinero

Los/as embajadores/as más comprometidos pueden colaborar todavía más ayudando a llevar los perfiles de la asociación o aportando ideas para publicaciones y para conseguir recaudar dinero para las causas. Es importante reconocer las ganas y el talento comunicativo en el personal voluntario para ofrecerles tareas que saquen el máximo provecho de sus habilidades y les ayuden a sentirse realizados y comprometidos con la causa.

 

Esperamos que este post pueda ayudar a favorecer la maravillosa labor que llevan a cabo las asociaciones sin ánimo de lucro, sociales o animalistas, como santuarios y protectoras. En La Zorra estamos totalmente comprometidas con estas causas y siempre que podamos seguiremos aportando nuestro granito de arena.

Si trabajas en una asociación vegana sin ánimo de lucro y necesitas ayuda en temas de marketing y comunicación, no dudes en escribirnos y buscaremos la fórmula de colaboración desinteresada que mejor se adapte a ambas partes.